2020-03-30
Locales
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Ayudemos a cuidar la salud de todos




La llegada del coronavirus a nuestras vidas está poniendo en evidencia la vulnerabilidad de nuestra sociedad, no solo en los aspectos físicos que tienen que ver con la enfermedad, sino también con los valores esenciales que compartimos como seres humanos.



Por un lado, desde el punto de vista de la salud, el problema parece afectar especialmente a personas ya muy vulnerables, con edades avanzadas y con patologías asociadas. Aun así, la mortalidad no es elevada y coexistimos con otras enfermedades que causan más mortalidad y que hemos incorporado a lo cotidiano sin reaccionar a ellas. El problema sanitario se encuentra en la rápida expansión del virus, que puede dar lugar a que falten recursos para atender a personas afectadas graves, que en números absolutos van a coincidir en el tiempo y requerir asistencia especializada. Aunque para la mayor parte de la población la infección sea muy leve, al ser muchos los afectados habrá bastantes casos en pocos días con criterios de gravedad que habrá que atender. Las autoridades sanitarias lo saben y por eso insisten en el cuidado extremo entre los profesionales que van a hacer falta en buenas condiciones.



Otros aspectos preocupantes de esta situación tienen que ver con las otras dimensiones del ser humano que se ven afectadas. A nivel social es evidente que el miedo es incluso más contagioso que el propio virus y pone en evidencia los aspectos más primarios del ser humano. Está bien que ese miedo nos haga reflexionar sobre nuestra fragilidad. Sin embargo, si nos atrapa, nos puede hacer luchar contra nuestros fantasmas y reaccionar contra ellos. Por esta vía comienzan a aparecer prejuicios contra personas de China o de Italia o de Torrejón. Aparecen movimientos de compra compulsiva y, lo peor de todo, la incorporación de la angustia por lo que tememos que nos pase, considerando siempre la peor opción. Hay un daño intangible en la desconfianza que aparece y eso no lo remedia buscar la seguridad en la huida ni en el control irracional. No hay donde esconderse y por más que se controle no alcanzaremos la seguridad.



En momentos así debemos quedarnos en casa, no salir y cumplir con la cuarentena. Esta medida es la mejor arma contra el virus ya que nos aísla socialmente impidiendo la propagación del patógeno. Tomar todos los recados posibles cuando se sale a buscar medicamentos, mercadería o cualquier sustento es una normal que nos debe nacer, siempre.



Con el primer caso de COVID-19 confirmado en San Juan, el terror sucumbió a los sanjuaninos tomando un accionar violento, austero y poco ético para con el paciente afectado. Nos olvidamos de todo aspecto humano cuando creemos que incentivar a la violencia, atacar verbalmente y apuntar con el dedo acusándolo de culpable de contraer el virus es muestra clave que no entendemos nada sobre cómo ser una sociedad.



Que esto nos sirva de experiencia para ser mejores en las condiciones negativas ya que juntos las positivas vendrán. Hay que brindar apoyo y no apartar, desear bendiciones y no emitir malicia, y ponerse en el lugar del otro y no hacerse a un lado que luchar unidos por una solución general. “Cada sanjuanina y cada sanjuanino debe ayudar a cuidar la salud de todos, es solamente con la colaboración y el compromiso social que podremos superar esta emergencia”, dijo el Gobernador de la Provincia mostrando fortaleza y templanza en momentos de tempestades y tormenta.



Duele. Duele un montón. Pero va a pasa, y cuando sane, más fuerte vas a brillar, más alto vas a volar, más libre vas a soñar. Y vas a entender, que algunas historias terminan, para que otras mejores puedan empezar” – El Principito (1943).



¡¡¡Quédate en casa unos días para salir toda la vida!!!



 



Nota de Audio: https://soundcloud.com/franco-amodey/ayudemos-a-cuidar-la-salud-de-todos





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