UNA NUEVA MUERTE ENLUTA EL MUNDO DEL FUTBOL

Ángel Ojeda, de 23 años, jugaba en el club Ferré, de la Liga de Bella Vista. Cayó tras intentar una gambeta y golpeó con su cabeza contra el paredón de cemento.

Falleció minutos después a raíz del severo traumatismo de cráneo.

El hecho ocurrió este domingo en el estadio General Club San Martín.

Ojeda había desbordado por izquierda y al llegar al final de la cancha, entrando al área, alcanzó a sacar un centro forzado por el cierre de un jugador rival. Un leve contacto hizo que terminara de perder el equilibrio e impactara su cabeza contra el muro de cemento, que está demasiado cerca del límite del campo de juego.

A causa del impacto, Ojeda comenzó a convulsionar en el lugar y fue atendido por el médico del plantel. En forma inmediata se solicitó una ambulancia al Hospital “El Salvador”, que arribó casi quince minutos después. El jugador fue llevado con vida a ese centro asistencial, pero falleció poco después a causa de un severo traumatismo de cráneo.

Los paramédicos inmovilizaron el cuello para trasladarlo y el árbitro del partido, Gabriel Bertrán, decidió suspender debido al estado de shock en que quedaron los jugadores de ambos planteles.

El domingo, pasado el mediodía, el técnico lo esperaba con la camiseta número 10. A pedido de su familia, este lunes a la mañana, el jugador fue velado con esa misma camiseta y sobre el féretro se desplegó una bandera del club. Dirigentes, simpatizantes y los jugadores de las divisiones inferiores se acercaron para la última despedida.

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