URUGUAY SERIA EL PRIMER PAIS EN AMERICA LATINA EN DESPENALIZAR LA EUTANASIA

Uruguay se encamina a aprobar hoy la despenalización de la eutanasia, el texto se discute en el plenario del Senado
Este miércoles se trata en el Senado, una cámara en la que la coalición izquierdista Frente Amplio –que está a favor de la iniciativa– tiene mayoría.
Como sucedió en Diputados, la votación estará dividida dentro del bloque opositor. Los históricos partidos Nacional y Colorado tienen diferentes posturas en su interna. La blanca Graciela Bianchi y el colorado Andrés Ojeda, por ejemplo, votarán a favor de la iniciativa, informó este miércoles el diario El País.
El proyecto de ley "muerte digna" regula la eutanasia en Uruguay (@DiputadosUY)
El colorado Robert Silva, en tanto, pedirá licencia para darle paso a su suplente Ope Pasquet, quien en la legislatura pasada fue el promotor de que se trate este proyecto de ley, que llegó a ser aprobado en la Cámara de Diputados pero no fue tratado en el Senado.
El proyecto establece que la eutanasia podrá aplicarse en determinadas circunstancias. Las personas que podrían acceder serían las mayores de edad aptas psíquicamente, que padecen una o más patologías o condiciones de salud crónicas, incurables o irreversibles, que “menoscaben gravemente su calidad de vida”. El proyecto está pensado para aquellas personas que tienen sufrimientos “insoportables” y apunta a que tengan una muerte “indolora, apacible y respetuosa de su dignidad.
El procedimiento para aplicar la eutanasia es de ocho etapas. La iniciativa debe surgir de un paciente, que se lo tiene que expresar personalmente a un médico. Luego de la evaluación de un primer profesional, es necesaria una segunda opinión médica, de un doctor que no tenga vínculos con el primero que lo vio. Después de esta instancia, habrá una segunda entrevista con el paciente para que ratifique su disposición y luego una fase para expresar su “última voluntad”. Luego de eso, el médico actuante procederá a cumplirla.
Durante la discusión en Diputados, los promotores del proyecto de ley defendieron que la propuesta “regula y garantiza el derecho de las personas a transcurrir dignamente el proceso de morir y a recibir asistencia para hacerlo”. Además, consideran que cada persona tiene el “derecho” de definir qué hacer con su propio destino y “evitar sufrimientos que entiendan insoportables según su percepción personal”.
Los que rechazan la propuesta, sin embargo, consideraron que el debate no puede ser tan simplista de considerar “sufrir o morir” y rechazan que las personas tengan el derecho de “disponer de la propia vida”.