CASO SOSPECHOSO EN SAN JUAN

El Ministerio de Salud, a través de la División Epidemiología, informa sobre un *caso sospechoso* de viruela símica importado en un paciente, proveniente de un viaje al exterior, mayor de edad y de sexo masculino.
El paciente presentó sÃntomas como fiebre, erupción vesicular, dolor de cabeza y dolor muscular. Se encuentra internado en una institución privada, con buena evolución de sus sÃntomas y sin presentar complicaciones hasta la fecha. Las muestras para diagnóstico han sido enviadas al Instituto Malbrán, y los resultados presumiblemente estarÃan disponibles en aproximadamente una semana Sus contactos estrechos han sido identificados por el equipo de vigilancia epidemiológica y se encuentran bajo automonitoreo de sÃntomas. Para tener en cuenta las vÃas de transmisión y sÃntomas La viruela sÃmica, o viruela del mono, es una enfermedad zoonótica viral poco frecuente. Suele ser autolimitada, pero puede ser grave en niños, embarazadas o personas con inmunosupresión debido a otras condiciones de salud. La transmisión ocurre de una persona a otra por contacto cercano con lesiones, fluidos corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados, como la ropa de cama. El virus puede ingresar al organismo a través de piel lastimada, aunque no sea visible, del tracto respiratorio, y por mucosas (ojos, nariz o boca). Signos y sÃntomas El perÃodo de incubación, es decir, el tiempo entre el contacto con una persona enferma y el desarrollo de sÃntomas, puede oscilar entre 5 y 21 dÃas. En general, es una enfermedad autolimitada, y la mayorÃa de las personas se recuperan en el transcurso de unas semanas. Sin embargo, en algunos grupos, como niños o personas inmunocomprometidas, la enfermedad puede ser grave. La enfermedad suele comenzar con: • Fiebre o equivalentes febriles • Dolor de cabeza • Dolor muscular • Inflamación de los ganglios • Cansancio Entre 1 y 5 dÃas después, aparece un exantema que pasa por distintos estadios hasta formar una costra que luego se cae. La persona es contagiosa hasta que se hayan caÃdo todas las costras.