Todo sucedió en el primer tiempo. Absolutamente todo. Desatenciones que se volvieron un común denominador por los dirigidos por el "negro" Páez en el comienzo de los encuentros (sucedió con Portugal e Italia) en este caso fueron letales por el planteo realizado por España.
Los europeos no fueron superiores en ningún pasaje del encuentro. Se encontraron con "dos regalos" uno a los 30 segundos de iniciado el partido y el siguiente cuando estaban por cumplirse los 2 minutos 30 segundos. De ahí en más, tuvieron la disciplina de manejar la bocha, las faltas, el partido, el juego en equipo. El descuento vino por parte del capitán Lucas Ordóñez faltando un minuto para finalizar el primer tiempo.
La selección Argentina tuvo pasajes de buen juego en el segundo tiempo, pero la ansiedad y los nervios les jugaron una mala pasada.
Ya no hay tiempo de lamentos...
Frase inmortalizada por los redondos en Toxi Taxi; es imposible analizar fríamente el por qué se terminó de esta manera sin apuntar a quienes por acción u omisión no se han preocupado por NUESTRAS SELECCIONES pero que seguramente, si el resultado hubiese sido otro, estarían, como es habitual, en todas las portadas.
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