En las últimas horas, se conoció el drama que vivieron los pasajeros de un vuelo de Lufthansa que había salido del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, con destino a la ciudad de Frankfurt, Alemania. 11 personas resultaron heridas a raíz de una fuerte turbulencia que azotó al avión.
Desde Lufthansa afirmaron que la aeronave pudo aterrizar con normalidad en Frankfurt y que los heridos, que incluyen tanto a pasajeros como a miembros de la tripulación, que tuvieron heridas leves, recibieron atención médica.
El vuelo LH511, operado por un Boeing 747-8 con 329 pasajeros y 19 tripulantes a bordo, experimentó “breves y violentas” turbulencias mientras sobrevolaba el océano Atlántico, en una región conocida como “convergencia intratropical”.
Este fenómeno meteorológico, caracterizado por el encuentro de vientos que generan intensas corrientes de aire, fue el responsable de la inestabilidad que afectó al avión.
“Las turbulencias se generaron sobre el Ecuador en una zona que tiene este tipo de depresión: hay corrientes de aire muy fuertes que pueden provocar turbulencias. Sin embargo, la seguridad del vuelo no estuvo en peligro en ningún momento”, subrayó uno de los pilotos.
En un comunicado oficial, Lufthansa afirmó que la seguridad del vuelo nunca estuvo en riesgo y que, a pesar de las intensas turbulencias sufridas por los pasajeros, la aeronave aterrizó sin inconvenientes en su destino final.
La aerolínea expresó sus disculpas por las molestias ocasionadas y recordó la importancia de mantener el cinturón de seguridad abrochado durante todo el vuelo.
Asimismo, Lufthansa informó que las imágenes registradas mostraron daños dentro de la cabina, incluyendo en los compartimentos de las máscaras de oxígeno y los ventiladores.
La compañía lamentó los inconvenientes causados a los pasajeros y aseguró que tomará las medidas necesarias para evitar futuros incidentes.
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